Frente a la crisis sistémica y la búsqueda de alternativas se discutió:
1. El rol de la educación en este contexto es promover el pensamiento crítico de la realidad para una profundización de la democracia en búsqueda de sociedades sustentables.
2. Hacia una transformación social, las agendas tienen que estar transversalizadas (género, raza, orientación sexual, etc), la educación tiene un rol para cumplir en este proceso.
3. La educación debe promover la autonomía. El derecho a la educación es interdependiente con los otros derechos (por ejemplo ddssyrr). Sin la autonomía de las mujeres no hay profundización democrática.
4. La democratización de la educación es necesaria en términos de acceso pero sobre todo en términos de alcanzar una educación no discriminatoria, que respete las diversidades, promueva la autonomía y la participación de todos los sujetos y de la comunidad educativa.
5. En la lucha por la educación transformadora se debe incluir a todos los sujetos de la educación en su diversidad. De todas formas, se debe evidenciar las propias contradicciones que existen dentro del movimiento de educación y realizar alianzas estratégicas.
6. En las estrategias se articula una contradicción: por un lado, se requiere desmantelar el sistema educativo y a la vez exigir que el estado asuma un financiamiento y una gestión adecuada de una educación pública. Estas dos premisas son fundamentales para una democracia emancipadora. Para tener una respuesta alternativa en la educación hay que tomar cuenta quién financia la educación, combatir la mercantilización y avanzar hacia presupuesto público.
