Hoy más que nunca es necesario mantener vivo el ideal de un modelo de Escuela Pública (así, con mayúsculas) que haga suyos los ideales republicanos de libertad, igualdad y fraternidad, en una aspiración constante hacia el bien común. Una escuela democrática, inclusiva, no segregadora ni excluyente, coeducativa, que tenga como referente la Declaración universal de los derechos humanos.
En este libro, la militante de los Movimientos de Renovación Pedagógica, M. Ángeles Llorente, defiende que educar para la emancipación y el empoderamiento deben ser los objetivos fundamentales de la Escuela Pública; espacio laico y aconfesional en el que las personas se educan en un marco de valores universales mediante la reflexión y el pensamiento crítico. Porque la reconstrucción de la cultura en las aulas pasa por una revisión en profundidad de los marcos curriculares, las estrategias metodológicas y los mecanismos de evaluación.
El reconocimiento de la labor docente y la mejora de sus condiciones laborales, la creación de cauces para la participación de las familias en la vida de los centros y el protagonismo del alumnado en todo lo que le concierne son algunos de los retos pendientes.