El Reino Unido se encuentra, junto con el Banco Mundial, entre los primeros 4 actores internacionales en colocar fondos de cooperación al desarrollo para procesos que promueven el comercio educativo y la privatización. Sólo en el año 2016, el Reino Unido entregó US$ 1 279 905 692 (964 millones de libras esterlinas) en proyectos bilaterales de educación a nivel mundial, principalmente en países africanos y asiáticos.
En febrero del 2018 el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional (DFID-UKAID) lanzó el documento de Política Educativa “Pongan a los niños a aprender” (DFID, 2018), que establece como prioridad el impulso a reformas educativas dirigidas a concentrarse en los contenidos básicos de lengua y matemática (p. 3), cambiar los mecanismos de formación, incentivos y contratación docente (p.4) y en “estrategias pedagógicas que hayan demostrado ser exitosas para la niñez en pobre y marginalizada” (p. 3).